Carrie Jordan fue presentada en Kyäni por su amiga Nicole Bascope. Habían trabajado juntas en una empresa de mercadeo en red. A Nicole le encantaban los productos de Kyäni y cómo la hacían sentir e invitó a Carrie a probarlos. Después de experimentar los impresionantes efectos en ella misma, Carrie decidió hacer su propia investigación sobre Kyäni. Se unió en septiembre de 2018 y ahora es Perla.
Cuando Carrie se enteró del Desafío de 90 días de Vida Saludable, ya estaba buscando la motivación para alcanzar las metas que se había fijado. Después de tener su tercer bebé el otoño anterior, se dio cuenta de que esta vez, después de dar a luz, era mucho más difícil para ella recuperar su peso. El Desafío de 90 días fue la oportunidad perfecta para dedicarse a sus esfuerzos de vida saludable, para perder esas obstinadas 20 libras. Más importante aún, quería sentir que tenía un mejor control de su cuerpo y su salud.
Carrie sabía los pasos que debía tomar, especialmente con respecto a la dieta y el ejercicio. Pero satisfacer las necesidades de su familia, a menudo no le dejaba tiempo ni energía para cuidarse sola. Así que se dedicó a recibir entrenamiento cardiovascular y de fuerza cinco días a la semana, haciéndolo por la mañana. También trabajó para mejorar su dieta, reduciendo los refrigerios y la comida chatarra y añadiendo más proteína magra como la nutrición protéica de Kyäni.
A lo largo del desafío Carrie observó cuidadosamente su peso, tomando fotos semanales, y se emocionó con el progreso que comenzó a ver después de meses de haberlo intentado. Originalmente tenía la intención de comprarse unos shorts una vez que hubiera alcanzado su objetivo, pero decidió probarse algunos durante sus 90 días. Ella se sorprendió de lo más segura que se sentía, ya con el peso perdido, y compró los shorts para motivarse mientras continuaba con el reto.
Una de las claves de su éxito fue la motivación que recibió de sus amigos y seguidores en las redes sociales, así como el apoyo de su marido. El ánimo de los miembros de su equipo, que participaron en su propio desafío de 90 días, fue especialmente inspirador.
Al final de los 90 días, Carrie notó una verdadera diferencia en ella misma. No era sólo el peso que había perdido, sino que la forma en que se sentía, porque había cambiado drásticamente. Ella no logró su objetivo en peso al momento de presentar sus resultados, pero ha seguido trabajando para perder lo que le falta perder. Está cerca y, con su renovada autoconfianza, desea lograr más éxito en su salud.